Motorola sigue moviendo sus fichas con fuerza en el tablero de los celulares, refrescando sus familias de gama media con propuestas que buscan equilibrio entre el bolsillo y la tecnología de punta. La marca acaba de anunciar el lanzamiento del nuevo Moto G 5G, un equipo que llega para acompañar al reciente Moto G9 Power y que se posiciona como el hermano menor del modelo Plus. Este celular mantiene la esencia de la versión más robusta, compartiendo el tamaño de la pantalla y la memoria RAM, aunque hace algunos ajustes en el procesador para lograr un precio mucho más competitivo. Lo más llamativo es que no sacrifica la conectividad 5G, convirtiéndose en una de las opciones más asequibles del mercado para quienes buscan velocidad sin gastar una fortuna.
El Moto G 5G: conectividad de punta a precio de gama media
Este nuevo integrante de la familia Moto G se presenta con una pantalla de 6,7 pulgadas con resolución FullHD+ y soporte para HDR10. Aunque mantiene un panel de gran calidad con una relación de aspecto de 20:9, la tasa de refresco se queda en los 60 Hz estándar. Bajo el capó, el equipo corre con un procesador Snapdragon 750G de Qualcomm, que es precisamente el encargado de habilitar la red 5G. En cuanto a su capacidad, viene equipado con 6 GB de memoria RAM y un almacenamiento interno de 128 GB, con la ventaja de que se puede expandir hasta 1 TB usando una tarjeta microSD, algo que muchos usuarios todavía valoran bastante.
La autonomía sigue siendo el caballo de batalla de la marca. El Moto G 5G incorpora una batería de 5.000 mAh que, según las pruebas del fabricante, puede aguantar hasta dos días de uso moderado. Además, cuenta con el sistema de carga rápida TurboPower de 20 W, capaz de entregar unas 10 horas de energía con apenas 15 minutos de conexión. En el apartado fotográfico, el celular apuesta por un módulo trasero triple liderado por un sensor principal de 48 megapíxeles con tecnología Quad Pixel, acompañado por un lente gran angular y uno macro. Por su parte, la cámara frontal para selfis es de 16 megapíxeles. El diseño es sobrio, con curvas laterales en la parte trasera y un lector de huellas ubicado justo en el logo de la marca.
Una experiencia casi imperceptible con el Edge 70
Mientras el Moto G 5G busca masificar la conectividad, Motorola también está explorando los límites del diseño con el Edge 70, un celular que redefine lo que significa la delgadez en la industria actual. Después de probarlo por una semana, la sensación es casi surrealista. Me pasó hace poco que salí a caminar una mañana fría; llevaba mi equipo principal en un bolsillo y el Edge 70 en el otro. En un momento llegué a pensar que lo había perdido en el parque, busqué desesperadamente y hasta regresé a la casa, solo para darme cuenta de que el teléfono siempre estuvo ahí. Es tan liviano que uno simplemente se olvida de que lo lleva encima.
Hablamos de un dispositivo que tiene apenas 5,99 milímetros de grosor y pesa tan solo 159 gramos. Si lo comparamos con otros pesos pesados de la tendencia “ultra-thin”, como el iPhone Air o el Samsung Galaxy S25 Edge, el Motorola resulta ser incluso más ligero a pesar de ser un pelín más grueso. Lo que realmente sorprende es que, a diferencia de sus competidores directos, Motorola logró meter una batería de gran capacidad en un cuerpo tan reducido, superando lo que ofrecen Apple o Samsung en sus modelos más delgados. No es solo un experimento estético; es un teléfono funcional que no se siente frágil en lo absoluto.
Resistencia que rompe el mito de la fragilidad
A pesar de que su apariencia pueda sugerir cierta delicadeza, el Edge 70 es un equipo guerrero. Cumple con el estándar militar MIL-STD-810H y cuenta con certificaciones IP68 e IP69, lo que significa que aguanta ser sumergido en agua hasta 1,5 metros y resiste condiciones ambientales bastante pesadas. El diseño se aleja del cristal tradicional para apostar por una parte trasera de silicona texturizada que mejora el agarre y le da un toque diferente, muy al estilo de las colaboraciones con Pantone que Motorola ha impulsado últimamente.
El chasis es de aluminio y los botones están bien ubicados, incluyendo uno dedicado exclusivamente para activar las funciones de Moto AI. A diferencia del Moto G 5G, aquí el almacenamiento es fijo y no permite expansión por tarjeta SD, además de apostar fuertemente por la eSIM, aunque todavía conserva una ranura para nano-SIM física. En el mercado europeo, el Moto G 5G ya tiene un precio fijado de 299,99 euros, situándose unos 100 euros por debajo de su versión Plus, mientras que el Edge 70 se posiciona como la opción ideal para quienes buscan un celular que no estorbe, que sea elegante y que, sobre todo, sea increíblemente cómodo de usar en el día a día.